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LAS 40 REGLAS DE ESCRITURA EN ITALIANO DE UMBERTO ECO

Desde 1985 hasta su muerte, Umberto Eco publicó en l’Espresso su famosísima columna La bustina di Minerva, sobre la que se redactaron las famosas 40 reglas de la escritura, muy conocidas entre todos los que se dedican a escribir.

Son 40 reglas para escribir bien, pero tienen una característica especial: cada regla se explica rompiéndola. Son muy divertidas y si no las conocías aún, te recomiendo que las leas.

Y si también adoras a Umberto Eco, debes saber que Bompiani ha creado un libro sobre los mejores artículos escritos por Eco en un libro, llamado La bustina di Minerva (El sobre de Minerva).

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Las reglas de escritura de Umberto Eco tienen una característica especial: cada regla se explica rompiendo la propia regla.

Pero aquí están las reglas de escritura elaboradas por Umberto Eco en italiano. Te recomiendo al 100% que las leas en italiano, al traducirlas pierden la gracia, de todas manera te dejo la traducción:

Las 40 reglas de escritura en italiano

  1. Evita le allitterazioni, anche se allettano gli allocchi.
  2. Non è che il congiuntivo va evitato, anzi, che lo si usa quando necessario.
  3. Evita le frasi fatte: è minestra riscaldata.
  4. Esprimiti siccome ti nutri.
  5. Non usare sigle commerciali & abbreviazioni etc.
  6. Ricorda (sempre) che la parentesi (anche quando pare indispensabile) interrompe il filo del discorso.
  7. Stai attento a non fare… indigestione di puntini di sospensione.
  8. Usa meno virgolette possibili: non è “fine”.
  9. Non generalizzare mai.
  10. Le parole straniere non fanno affatto bon ton.
  11. Sii avaro di citazioni. Diceva giustamente Emerson: “Odio le citazioni. Dimmi solo quello che sai tu”.
  12. I paragoni sono come le frasi fatte.
  13. Non essere ridondante; non ripetere due volte la stessa cosa; ripetere è superfluo (per ridondanza s’intende la spiegazione inutile di qualcosa che il lettore ha già capito).
  14. Solo gli stronzi usano parole volgari.
  15. Sii sempre più o meno specifico.
  16. L’iperbole è la più straordinaria delle tecniche espressive.
  17. Non fare frasi di una sola parola. Eliminale.
  18. Guardati dalle metafore troppo ardite: sono piume sulle scaglie di un serpente.
  19. Metti, le virgole, al posto giusto.
  20. Distingui tra la funzione del punto e virgola e quella dei due punti: anche se non è facile
  21. Se non trovi l’espressione italiana adatta non ricorrere mai all’espressione dialettale: peso el tacòn del buso.
  22. Non usare metafore incongruenti anche se ti paiono “cantare”: sono come un cigno che deraglia.
  23. C’è davvero bisogno di domande retoriche?
  24. Sii conciso, cerca di condensare i tuoi pensieri nel minor numero di parole possibile, evitando frasi lunghe — o spezzate da incisi che inevitabilmente confondono il lettore poco attento — affinché il tuo discorso non contribuisca a quell’inquinamento dell’informazione che è certamente (specie quando inutilmente farcito di precisazioni inutili, o almeno non indispensabili) una delle tragedie di questo nostro tempo dominato dal potere dei media.
  25. Gli accenti non debbono essere nè scorretti nè inutili, perchè chi lo fà sbaglia.
  26. Non si apostrofa un’articolo indeterminativo prima del sostantivo maschile.
  27. Non essere enfatico! Sii parco con gli esclamativi!
  28. Neppure i peggiori fans dei barbarismi pluralizzano i termini stranieri.
  29. Scrivi in modo esatto i nomi stranieri, come Beaudelaire, Roosewelt, Niezsche, e simili.
  30. Nomina direttamente autori e personaggi di cui parli, senza perifrasi. Così faceva il maggior scrittore lombardo del XIX secolo, l’autore del 5 maggio.
  31. All’inizio del discorso usa la captatio benevolentiae, per ingraziarti il lettore (ma forse siete così stupidi da non capire neppure quello che vi sto dicendo).
  32. Cura puntiliosamente l’ortograffia.
  33. Inutile dirti quanto sono stucchevoli le preterizioni.
  34. Non andare troppo sovente a capo.
    Almeno, non quando non serve.
  35. Non usare mai il plurale majestatis. Siamo convinti che faccia una pessima impressione.
  36. Non confondere la causa con l’effetto: saresti in errore e dunque avresti sbagliato.
  37. Non costruire frasi in cui la conclusione non segua logicamente dalle premesse: se tutti facessero così, allora le premesse conseguirebbero dalle conclusioni.
  38. Non indulgere ad arcaismi, hapax legomena o altri lessemi inusitati, nonché deep structures rizomatiche che, per quanto ti appaiano come altrettante epifanie della differenza grammatologica e inviti alla deriva decostruttiva – ma peggio ancora sarebbe se risultassero eccepibili allo scrutinio di chi legga con acribia ecdotica – eccedano comunque le competenze cognitive del destinatario.
  39. Non devi essere prolisso, ma neppure devi dire meno di quello che.
  40. Una frase compiuta deve avere.

Podrías leer la importancia de la escritura en el aprendizaje del italiano y la importancia de la lectura en el aprendizaje del italiano.

40 reglas escritura umberto eco

Traducción al español:

  1. Evita la aliteración, aunque tiente a los tontos.
  2. No es que haya que evitar el subjuntivo; al contrario, utilízalo cuando sea necesario.
  3. Evita las frases hechas: es una sopa recalentada.
  4. Exprésate como comes..
  5. No utilices acrónimos y abreviaturas comerciales, etc.
  6. Recuerda (siempre) que el paréntesis (aunque parezca imprescindible) interrumpe el hilo del discurso.
  7. Ten cuidado de no indigestarte… con los puntos suspensivos.
  8. Utiliza el menor número posible de comillas: no es «fino».
  9. Nunca generalices.
  10. Las palabras extranjeras no suenan bien en absoluto.
  11. Sé tacaño con las citas. Emerson dijo con razón: «Odio las citas. Sólo dime lo que sabes».
  12. Las comparaciones son como las frases hechas.
  13. No seas redundante; no repitas lo mismo dos veces; la repetición es superflua (la redundancia significa la explicación innecesaria de algo que el lector ya ha entendido).
  14. Sólo los imbéciles usan palabras vulgares.
  15. Sé siempre más o menos específico.
  16. La hipérbole es la más extraordinaria de las técnicas expresivas.
  17. No hagas frases de una sola palabra. Elimínalas.
  18. Cuidado con las metáforas demasiado atrevidas: son plumas en las escamas de una serpiente.
  19. Poner, comas, en el lugar correcto.
  20. Distinguir entre la función del punto y coma y la función de los dos puntos: aunque no es fácil
  21. Si no encuentras la expresión italiana adecuada, nunca recurras a la expresión dialectal: peso el tacón del buso.
  22. No utilices metáforas incongruentes aunque te parezca «cantar»: son como un cisne descarrilado.
  23. ¿Es realmente necesario hacer preguntas retóricas?
  24. Sé conciso, trata de condensar tus pensamientos en el menor número de palabras posible, evitando las frases largas -o entrecortadas por incisos que inevitablemente confunden al lector incauto- para que su discurso no contribuya a esa contaminación de la información que es ciertamente (sobre todo cuando se atiborra innecesariamente de aclaraciones inútiles, o al menos no indispensables) una de las tragedias de nuestro tiempo dominado por el poder de los medios de comunicación.
  25. Los acentos no deben ser ni incorrectos ni inútiles, porque los que lo hacen se equivocan.
  26. No se apostilla un artículo indeterminado antes del sustantivo masculino.
  27. ¡No seas enfático! No te pases de la raya con las exclamaciones.
  28. Ni siquiera los peores aficionados a los barbarismos pluralizan los términos extranjeros.
  29. Escribe los nombres extranjeros con exactitud, como Beaudelaire, Roosewelt, Niezsche y similares.
  30. Nombra directamente los autores y personajes de los que hablas, sin perífrasis. Así lo hizo el mayor escritor lombardo del siglo XIX, el autor del 5 de mayo.
  31. Utiliza la captatio benevolentiae al principio de su discurso, para congraciarse con el lector (pero quizá seas tan estúpido que ni siquiera entiendas lo que digo).
  32. Cuida puntillosamente tu ortografía.
  33. No hace falta decir lo empalagosas que son las pretericiones.
  34. No vayas por encima de la cabeza muy a menudo. Al menos, no cuando no es necesario.
  35. Nunca uses el plural majestatis. Estamos convencidos de que causa una mala impresión.
  36. No confundas causa con efecto: estarías en un error.
  37. No construyas oraciones en las que la conclusión no se derive lógicamente de las premisas: si todo el mundo lo hiciera, las premisas se derivarían de las conclusiones.
  38. No te regodees en arcaísmos, hapax legomena u otros lexemas insólitos, así como en estructuras profundas rizomáticas que, aunque te parezcan epifanías de la diferencia gramatical e invitaciones a la deriva deconstructiva -pero peor aún sería que fueran objetables al escrutinio de quienes leen con agudeza ecdótica-, siguen excediendo la competencia cognitiva del receptor.
  39. No hay que ser prolijo, pero tampoco hay que decir menos que.
  40. Una frase completa debe tener.

Objetivamente, no estoy totalmente de acuerdo con todas estas reglas, como tampoco lo estaba Umberto Eco. Y no sólo con respecto a la escritura literaria, sino también -y especialmente- con respecto a todo lo relacionado con la escritura en línea.

Por lo tanto, te aconsejo que no lo tomes como una lista que hay que seguir al pie de la letra, sino que lo consideres un experimento literario absolutamente exitoso y divertido.

¿Conocías estas reglas de Umberto Eco?

Soy Juana. Descubre mi viaje aprendiendo y enseñando italiano. Consejos, historias y pasiones desde el punto de vista de una eterna enamorada de Italia.

Soy devoradora de historias y respiradora de libros. Soy una coleccionista serial de habilidades.

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